sábado, 9 de enero de 2010

Tiempo de mudanza


Hay que seguir. La vida es así. Pase lo que pase, seguimos adelante hasta que un día que no esperamos, nos detenemos. Mientras tanto, vamos dejando atrás hechos, lugares, personas... A veces querríamos pararnos un segundo pero no es posible bajarse del coche porque éste sigue adelante en su inexorable marcha. Es por esto que he decidido que había que cambiar, que no me podía quedar atrás, que tenía que hacer algo nuevo porque el pasado se iba perdiendo en el horizonte. En su momento comencé a escribir un blog para contar cómo me iba la aventura de la búsqueda de pareja en Gaydar. Como ya he contado, el final no fue el deseado pero con ese final, me di cuenta de que se acababa mi blog. No tenía sentido seguir con él. 

Pero no empecéis a aplaudir  porque no me voy. Tengo que seguir. He descubierto que tengo una voz (chillona y estridente, lo sé) y no la quiero callar. Cual crisálida, aquí estoy: renovado, distinto por fuera pero el mismo por dentro. La aventura continúa y aquí será donde la cuente. 

Muchos os hacéis preguntas sobre mi, sobre estos post: ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira? Solo puedo decir que este es mi juego y solo puedo esperar que haya alguien a quien le entretenga, le apasione y  le haga pensar como a mi.

Un último aviso: Sabéis que mi punto de vista no es el del triunfo. Ese no soy yo. Hay algo que os tengo que contar de mi: Cuando era joven albergaba sueños de triunfo pero un día caí a un lado, a la orilla y ahí me quedé: al margen de la corriente. Desde ahí es desde donde observo la vida y desde ahí la voy contar: 

Desde el arcén.

jueves, 7 de enero de 2010

Y ahora ¿Qué?



1 de Enero de 2010. Son las 5 de la mañana. Llueve. Llevo esperando más de dos horas. El rumor de la alegría llega hasta mi desde unos bares cercanos. Más aún cuando se abre la puerta de alguno de ellos y escucho nítidamente la música, las risas, el calor… La gente que pasa junto a mi me observa y alguno incluso me felicita el año nuevo. Intento esbozar una sonrisa aunque a veces no pueda. Quiero creer que es el frío el que inmoviliza mi rostro aunque en el fondo sé que es el dolor.


No ha venido.


Mensajes, estrellas, promesas… Mentiras… Pensaba que este casting iba a hacer algo por mi pero está claro que sigo siendo más ingenuo de lo que creía. Durante este tiempo contacté con varios chicos. Lo sabéis. Algunos incluso se sintieron entusiasmados, creyeron que detrás de mi perfil había alguien interesante. Muchos quisieron conocerme; a bastantes les envié una foto o les vi a través de webcam, pero como si fueran naipes o piezas de un dominó cayeron poco a poco. Al final solo quedó uno conmigo. Me dijo que no quería verme, que no quería saber cómo era físicamente, que le daba igual. A pesar de todo, antes de salir de casa, le envié una foto. Me parecía lo más justo y aún así, me contestó que no iba a verla. Este es mi hombre, pensé: no solo por su forma de actuar con respecto a mi imagen sino porque sentí que habíamos conectado, porque me reía con él, porque nos contamos la vida y porque nos dio el alba levantando castillos. Me dije: ya ha llegado; ya está aquí. Por fin he conocido al que me tocaba.


Le dediqué mi última campanada…


No ha venido.





¿Qué hago? ¿Me voy o sigo humillándome? El sol se refleja ya en los cristales de las torres Isozaki y no sé si seré capaz de soportar mi rostro a la luz del día. Hemos quedado en la escalinata que está en la mitad de los dos rascacielos. Pensé que quedar aquí sería bonito porque cuando el arquitecto las diseñó quiso imitar las de la Piazza di Spagna en Roma y yo siempre le decía que algún le llevaría en moto por las calles de esa ciudad. Es una tontería, lo sé, pero me gustaba y a él también. Creo que es el momento de irme. No me importa esperar más pero ya sé que no va a venir.


Está oscuro. El día aún no ha llegado aquí. Alguien a quien ni siquiera veo la cara me está comiendo la polla. Estoy llorando.


No ha venido.




PD: Y a pesar de todo seguiré adelante. Hoy estoy mal pero mañana estaré mejor. De eso estoy seguro. Llevo 40 años virgen, que más me da esperar un poco más...


PD 2: La pena es que ya he quitado el perfil. Seré tonto… Con la de contactos majos que tenía por ahí y que perdí pensando que no los iba a necesitar… 


A ver, el de la campanada nº 11. Ya sé que te he dado calabazas, pero el Viernes estoy libre…




No ha venido.